domingo, 29 de agosto de 2010

Tengo un amigo...


Hoy voy a dedicar esta entrada a hablar de un amigo, mi mejor amigo. Yo le quiero muchísimo y él a mi también.
Ahora se encuentra en una etapa de...no se como llamarlo...¿vuelta a los 15 años?... inmadurez me parece la palabra.
Derroche de dinero, salidas nocturnas, no estar nunca contento, no saber lo que quiere, mujeres y más mujeres...creo que estas son las palabras que ahora mismo resumen su vida.
Me da mucha pena, porque siempre está haciendo castillos en el aire, tiene muchas ideas y proyectos en la cabeza pero casi nunca llega a llevarlas a cabo.Se rodea de mujeres o "niñas" (nunca menores de edad gracias a Dios) que nada tienen que ver con su estilo de vida o gustos, pero que bajo mi punto de vista se dejan seducir por el dinero y el poder.
Sin embargo, tiene cosas muy positivas: se deja ilusionar por todo, es amigo de sus amigos y respaldo económico tanto de familiares como de amigos, jamás recibirás un NO como respuesta cuando le necesitas y tiene ese don para arrancarte una sonrisa en cualquier momento.
Por todo esto y por un montón de cosas más vividas juntos es por lo que me siento responsable y con la necesidad de ayudarle. Pero ya no se como!!!Lo he intentado por activa y por pasiva, hablándolo tranquilamente, enfadándome y diciéndole mil burradas (se que no es la mejor de mis estrategias...), emborrachándonos, en sus días de bajón...y aunque en el momento parece entenderlo todo y estar decidido a cambiar nunca es la definitiva.
Quienes nos conocen a ambos me dicen que no lo intente más, que ya es mayorcito y que con 30 años no puede tener a una persona al lado guiándole y solucionándole la vida. El problema es que yo no me canso de intentarlo!
Espero de verdad poder decir la próxima vez que escriba sobre él que ha madurado, que ha encontrado su camino y que tiene a alguien genial al lado.
Por todas las veces que tú me has ayudado, por todas las que me ayudarás y por esa fe ciega y admiración (exagerada en muchas ocasiones) que tienes por mí yo no tiro la toalla!!!

miércoles, 4 de agosto de 2010

Los príncipes azules destiñen


Hace dos años vinieron al cole donde yo trabajaba a contar este fragmento de cuento, a los niños y niñas les gustó, pero no más que cualquier otro cuento ,aunque lo que se pretendía era llegar más allá a través de él e intentar hacerles ver que no hay nadie perfecto, que no podemos estar eternamente esperando a otra persona para ser felices y que...los príncipes azules más que desteñir no existen!
Pero a mi me sirvió de mucho, me hizo pensar y me ayudó a tomar ese empujoncito "pa seguir pa lante".
Ya lo he visto publicado en otros blogs, pero aún así me gustaría que también formase parte del mío.
Espero que os guste, besos.


Esperaba a mi príncipe azul pero nunca llegaba.
-Los príncipes azules no existen- Decían unos.
-Los príncipes azules destiñen- Decían otros.
-El que tenga que ser para ti, tuyo será- Decía mi madre.
Mientras, las películas y los cuentos estaban repletos de príncipes maravillosos.
Y yo continuaba esperando...
Y aparecían príncipes y más príncipes...
Pero ninguno era azul y ninguno me daba la felicidad.

Así que un buen día dejé de esperar. -No necesito un príncipe- me dije.
Y entonces ocurrió algo mágico. Mi corazón comenzó a llenarse y a expandirse, ¡parecía tener alas! Y de repente me dí cuenta de que todo este tiempo el amor había estado dentro de mí... Y yo no lo había visto porque estaba "esperando".
En aquel preciso instante me enamoré de mí misma.
¡Y luego apareciste tú!
Y tú no eras azul, ni perfecto, ni eras verde, ni amarillo, ni rojo... ¡Eras de todos los colores! ¡Eras maravillosamente imperfecto! ¡Eras de carne y hueso!
Y no me dabas la felicidad, sino que multiplicabas la que yo sentía. Y eras tierno, y dulce y me llamabas princesa. Y yo me sentía la princesa más afortunada del mundo, de la tierra y del universo porque, finalmente ¡había encontrado a mi príncipe!

-Teresa Giménez-